miércoles, 3 de mayo de 2017

Gabinetes versus periodistas. Comunicación y Periodismo.

El martes 25 de abril de 2017 tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM el octavo encuentro de Gabinetes versus Periodistas, que contó con tres mesas redondas sobre Comunicación y Periodismo: Mujer, Periodismo e Influencers. La mesa tres trató acerca de cómo los influencers han tomado el papel de prescriptores y cómo las marcas los están utilizando para publicitar sus empresas. Este nuevo modelo de negocio suscita una duda acerca de si la calidad que pueden aportar esos influencers es suficiente o ha pasado a segundo plano y lo que importa es la cantidad de gente a la que ellos llegan. Moderó Mónica Pérez de las Heras, directora de la Escuela Europea de Oratoria, colabora con distintos medios de comunicación y tiene un programa de radio llamado “Espacio oratoria” en la cadena Gestiona Radio, comenzó hablando sobre el artículo titulado “El mejor espacio del mundo” relata cómo Jack y Loren, dos influencers, cobran 8.500 euros por fotografía, se dedican a recorrer el mundo. ¿Qué es un influencer? Hay personas que se están ganando la vida simplemente influyendo en los demás, esto es algo que también los periodistas hacen. Hay una polémica acerca de si los influencers deben decir cuándo les están pagando por la promoción de un producto o cuándo hablan de un producto simplemente porque les gusta mucho. ¿Los influencers son una moda pasajera? ¿El periodista ya no es un prescriptor? ¿Cuándo una persona llega a ser un influencer?
Alejandra de la Riva, periodista, manager y responsable de comunicación de Primarck. Trabaja la relación con influencers, funcionan. Dan a conocer productos y despiertan nuestra curiosidad. El futuro: la profesionalización de los influerncers y equiparación a los medios de comunicación en términos de retorno de la inversión. Útil trabajar con ellos para elevar la reputación de la marca y su imagen. Los influencers funcionan. Interesa quién lee al influercer y cómo es tu perfil. Es importante medir el número de seguridores.
Amaya Asunce, periodista, directora digital de Elle y Harper’s Bazaar del grupo Hearst, autora de Cómo no ser una drama mamá y En la cocina con la drama mamá, originados a partir del blog Cómo no ser una drama mamá. Trabaja con influencers. Trabaja en la creación de contenidos, empezó a descubrir el fenómeno blog que es el germen de los influercers. Las influencers de ahora han sido durante mucho tiempo las famosas que han trabajado en las revistas femeninas, con una carrera como actrices, cantantes, modelos, o periodistas, a diferencia de los nuevos influencers que emiten un alto mensaje desde sus casas. Al abrir su propio blog con un seudónimo y como un hobby, las marcas empezaron a ofrecerle cosas para promocionar (por ejemplo, invitación a Israel para promocionarlo en su blog como un país seguro y que la gente lo visite a cambio le pagaban el viaje y la estancia), ahora este hecho se está profesionalizando. Más adelante empezaron a ofrecerle regalos por su blog. Tenía 70.000 usuarios al mes. Hay mucho humo alrededor: hay marcas que ofrecen al influencer algo equivocado. Influencers y medios de comunicación tienen la misma capacidad de influencia pero se diferencian en los medios para llevarla a cabo. Por ejemplo a ella le ofrecieron un sacaleches sin ser madre y sin saber utilizarlo, y nunca había hablado de un producto. Las marcas estaban perdiendo tiempo y dinero, no sabían bien a quién dirigirse. Ni siquiera tenía tanta capacidad de influencia como para que le llevaran a Israel. Estaban dando palos de ciego. También le ocurre como periodista, así uno gabinete le ofreció pañales, pero en Elle no hay cobertura de niños, en todo caso sólo de moda. Su capacidad de influencia en el sector salud es mínima. El periodista tiene una empresa detrás y desarrolla un trabajo con un sistema de control, auditados, hay productos que no le sirven a la marca ni al periodista, no tiene ningún sentido. Es diferente cuando estás en tu casa y recibes determinados productos cuando no tienes acceso a ellos, además el influencer no está sometido a ningún control, no está siendo auditado. En Estados Unidos se está obligando a explicitar cuándo se hace publicidad. Es importante la regulación y la calidad para no mentir. Internet es una herramienta increíble que permite llegar a mucha gente.
Charo Izquierdo, periodista, directora de Fashion Week Madrid, lanzadora de la revista Gracia, y creadora de Yo Donna, escribió la novela Puta no soy. Los influencers son influenciadores, son blogers, youtubers, y también a otro nivel los periodistas de medios de comunicación. Asistió al nacimiento del fenómeno bloger. Los blogers e influencers son informadores y comunican, integrados en la sala de prensa junto con periodistas y fotógrafos, hay que tratarlos al mismo nivel. Los medios de comunicación están creando una barrera entre periodistas e influencers. ¿Por qué creer o no creer a un blogero? Necesidad de regular la publicidad. El seguidor debe conocer qué es publicidad. Los medios de comunicación hacen publicidad encubierta, al igual que los blogers, más branded que content. Estamos en un momento de redefinición, es importante no estigmatizar al bloger y al youtuber. La gente joven se informa más por las redes sociales que por los medios de comunicación convencionales, mucha más influencia. Hay agencias de representación de influencers, esto indica que cada vez hay más negocio. Las marcas que contratan a los infuencers piden contenido. Cada vez se está apreciando más al influencer que es crossover, por ejemplo, María León que hace reportajes para Peugeot, trabaja en el online y en el off line. Los medios de comunicación piden más cosas y más contribuciones a los influencers.

Eugenia Marcos, periodista, especializada en contenidos de life style y lujo, redactora en Luxonomist, consultora de comunicación, presentadora de eventos, formadora de portavoces. La irrupción de los influencers como nuevos perfiles de la comunicación ha hecho que los periodistas salgan de su zona de confort. Las marcas piden a los blogers asistir a ruedas de prensa a cambio de dinero. Se ha producido una transformación digital en los medios de comunicación, aparecen nuevas formas de comunicación, nuevos perfiles que amenazan el papel del periodista, aparecen blogers y cuadernos de bitácora en los medios de comunicación habituales que buscan perfiles de no periodistas para hablar de temas. Hay una nueva escena. Tradicionalmente los periodistas contaban historias y no eran los protagonistas pero para no perder influencia sobre las personas que le siguen y leen ahora aparecen en las ruedas de prensa, se fotografía. Las ruedas de prensa y las presentaciones de productos han cambiado, se mezclaban originariamente blogers y periodistas, los blogers se levantaban para conseguir los productos y poder testarlos. Las firmas piden perfiles púbicos. La manera de comunicar y las estrategias con periodistas e influencers han cambiado. Se mide mucho a quién invitar. Se ha madurado, ha habido un filtro. La marca tiene claro a quién quiere dirigirse. De momento el papel tiene mucha fuerza. Los distintos puntos de vista pueden convivir. La demanda de información es distinta según qué rango de edad. Las marcas tienen que tener muy claro qué comunicar y a quién llegar. Hoy día por muy pocos dólares se compran seguidores y comentarios. Hay una psicosis en las marcas por no quedarse atrás.
La sociedad actual debe dar cabida en el espacio público a los influencers y debe adaptarse, así lo están haciendo los periodistas y los medios de comunicación. Esto puede hacer peligrar el rol tradicional del periodista que sólo contaba historias y no era protagonista. Hay nuevas formas de comunicación con la aparición de blogers, youtubers e influencers y hay que contar con ellos, si bien no debe desaparecer el rol fundamental de periodista.


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