El martes 25 de
abril de 2017 tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM
el octavo encuentro de Gabinetes versus Periodistas, que contó con tres mesas
redondas sobre Comunicación y Periodismo: Mujer, Periodismo e Influencers. La
mesa tres trató acerca de cómo los influencers han tomado el papel de
prescriptores y cómo las marcas los están utilizando para publicitar sus
empresas. Este nuevo modelo de negocio suscita una duda acerca de si la calidad
que pueden aportar esos influencers es suficiente o ha pasado a segundo plano y
lo que importa es la cantidad de gente a la que ellos llegan. Moderó Mónica
Pérez de las Heras, directora de la Escuela Europea de Oratoria, colabora con
distintos medios de comunicación y tiene un programa de radio llamado “Espacio
oratoria” en la cadena Gestiona Radio, comenzó hablando sobre el artículo
titulado “El mejor espacio del mundo” relata cómo Jack y Loren, dos influencers,
cobran 8.500 euros por fotografía, se dedican a recorrer el mundo. ¿Qué es un
influencer? Hay personas que se están ganando la vida simplemente influyendo en
los demás, esto es algo que también los periodistas hacen. Hay una polémica
acerca de si los influencers deben decir cuándo les están pagando por la
promoción de un producto o cuándo hablan de un producto simplemente porque les
gusta mucho. ¿Los influencers son una moda pasajera? ¿El periodista ya no es un
prescriptor? ¿Cuándo una persona llega a ser un influencer?
Alejandra de la Riva,
periodista, manager y responsable de comunicación de Primarck. Trabaja la
relación con influencers, funcionan. Dan a conocer productos y despiertan
nuestra curiosidad. El futuro: la profesionalización de los influerncers y
equiparación a los medios de comunicación en términos de retorno de la
inversión. Útil trabajar con ellos para elevar la reputación de la marca y su
imagen. Los influencers funcionan. Interesa quién lee al influercer y cómo es
tu perfil. Es importante medir el número de seguridores.
Amaya Asunce,
periodista, directora digital de Elle
y Harper’s Bazaar del grupo Hearst,
autora de Cómo no ser una drama mamá
y En la cocina con la drama mamá,
originados a partir del blog Cómo no ser una drama mamá. Trabaja con
influencers. Trabaja en la creación de contenidos, empezó a descubrir el
fenómeno blog que es el germen de los influercers. Las influencers de ahora han
sido durante mucho tiempo las famosas que han trabajado en las revistas
femeninas, con una carrera como actrices, cantantes, modelos, o periodistas, a
diferencia de los nuevos influencers que emiten un alto mensaje desde sus
casas. Al abrir su propio blog con un seudónimo y como un hobby, las marcas
empezaron a ofrecerle cosas para promocionar (por ejemplo, invitación a Israel
para promocionarlo en su blog como un país seguro y que la gente lo visite a
cambio le pagaban el viaje y la estancia), ahora este hecho se está
profesionalizando. Más adelante empezaron a ofrecerle regalos por su blog.
Tenía 70.000 usuarios al mes. Hay mucho humo alrededor: hay marcas que ofrecen
al influencer algo equivocado. Influencers y medios de comunicación tienen la
misma capacidad de influencia pero se diferencian en los medios para llevarla a
cabo. Por ejemplo a ella le ofrecieron un sacaleches sin ser madre y sin saber
utilizarlo, y nunca había hablado de un producto. Las marcas estaban perdiendo tiempo
y dinero, no sabían bien a quién dirigirse. Ni siquiera tenía tanta capacidad
de influencia como para que le llevaran a Israel. Estaban dando palos de ciego.
También le ocurre como periodista, así uno gabinete le ofreció pañales, pero en
Elle no hay cobertura de niños, en todo caso sólo de moda. Su capacidad de influencia
en el sector salud es mínima. El periodista tiene una empresa detrás y
desarrolla un trabajo con un sistema de control, auditados, hay productos que
no le sirven a la marca ni al periodista, no tiene ningún sentido. Es diferente
cuando estás en tu casa y recibes determinados productos cuando no tienes
acceso a ellos, además el influencer no está sometido a ningún control, no está
siendo auditado. En Estados Unidos se está obligando a explicitar cuándo se
hace publicidad. Es importante la regulación y la calidad para no mentir. Internet
es una herramienta increíble que permite llegar a mucha gente.
Charo Izquierdo,
periodista, directora de Fashion Week Madrid, lanzadora de la revista Gracia, y creadora de Yo Donna, escribió la novela Puta no soy. Los influencers son
influenciadores, son blogers, youtubers, y también a otro nivel los periodistas
de medios de comunicación. Asistió al nacimiento del fenómeno bloger. Los
blogers e influencers son informadores y comunican, integrados en la sala de
prensa junto con periodistas y fotógrafos, hay que tratarlos al mismo nivel.
Los medios de comunicación están creando una barrera entre periodistas e
influencers. ¿Por qué creer o no creer a un blogero? Necesidad de regular la
publicidad. El seguidor debe conocer qué es publicidad. Los medios de comunicación
hacen publicidad encubierta, al igual que los blogers, más branded que content.
Estamos en un momento de redefinición, es importante no estigmatizar al bloger
y al youtuber. La gente joven se informa más por las redes sociales que por los
medios de comunicación convencionales, mucha más influencia. Hay agencias de
representación de influencers, esto indica que cada vez hay más negocio. Las
marcas que contratan a los infuencers piden contenido. Cada vez se está apreciando
más al influencer que es crossover, por ejemplo, María León que hace reportajes
para Peugeot, trabaja en el online y en el off line. Los medios de comunicación
piden más cosas y más contribuciones a los influencers.
Eugenia Marcos,
periodista, especializada en contenidos de life style y lujo, redactora en Luxonomist, consultora de comunicación,
presentadora de eventos, formadora de portavoces. La irrupción de los
influencers como nuevos perfiles de la comunicación ha hecho que los
periodistas salgan de su zona de confort. Las marcas piden a los blogers
asistir a ruedas de prensa a cambio de dinero. Se ha producido una
transformación digital en los medios de comunicación, aparecen nuevas formas de
comunicación, nuevos perfiles que amenazan el papel del periodista, aparecen
blogers y cuadernos de bitácora en los medios de comunicación habituales que
buscan perfiles de no periodistas para hablar de temas. Hay una nueva escena. Tradicionalmente
los periodistas contaban historias y no eran los protagonistas pero para no
perder influencia sobre las personas que le siguen y leen ahora aparecen en las
ruedas de prensa, se fotografía. Las ruedas de prensa y las presentaciones de
productos han cambiado, se mezclaban originariamente blogers y periodistas, los
blogers se levantaban para conseguir los productos y poder testarlos. Las
firmas piden perfiles púbicos. La manera de comunicar y las estrategias con
periodistas e influencers han cambiado. Se mide mucho a quién invitar. Se ha
madurado, ha habido un filtro. La marca tiene claro a quién quiere dirigirse.
De momento el papel tiene mucha fuerza. Los distintos puntos de vista pueden
convivir. La demanda de información es distinta según qué rango de edad. Las
marcas tienen que tener muy claro qué comunicar y a quién llegar. Hoy día por
muy pocos dólares se compran seguidores y comentarios. Hay una psicosis en las
marcas por no quedarse atrás.
La
sociedad actual debe dar cabida en el espacio público a los influencers y debe
adaptarse, así lo están haciendo los periodistas y los medios de comunicación.
Esto puede hacer peligrar el rol tradicional del periodista que sólo contaba
historias y no era protagonista. Hay nuevas formas de comunicación con la
aparición de blogers, youtubers e influencers y hay que contar con ellos, si
bien no debe desaparecer el rol fundamental de periodista.
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